jueves, 10 de noviembre de 2016

El fruto de la desilusión (mundo sumido en el odio)



Es evidente que el mundo de hoy se mueve por un creciente desanimo ante el poco o mínimo cambio de la realidad que nos envuelve, después de épocas de prometedores cambios y oportunidades, nos hemos quedado sumidos en el caos "post-terrorista", estados fallidos que mueren en todo el mundo, nuevos conflictos y un creciente sectarismo que ahora se afinca en posiciones superadas: la xenofobia, la homofobia, los dogmas extremistas religiosos que pensábamos solo eran de oriente ahora también toman protagonismo en occidente y una creciente violencia entre los ciudadanos guiada por la ceguera de líderes políticos, sociales y religiosos que imponen sus odios para hacerse con el poder y ganar cada vez mas seguidores.

"..una sociedad que se canso de la promesa y ahora aboga por el odio al diferente para culparlo de sus males, creyendo que incrementándola o masificando al otro podrá lograr un equilibrio que le supere y garantice el ideal de familia, comunidad o país."


El brexit, la victoria del No en Colombia, Siria sumada en la guerra, los ataques terroristas, los tiroteos en escuelas, calles y centros comerciales en usa y ahora el nuevo presidente estadounidense son una muestra de una sociedad que se canso de la promesa y ahora aboga por el odio al diferente para culparlo de sus males, creyendo que incrementándola o masificando al otro podrá lograr un equilibrio que le supere y garantice el ideal de familia, comunidad o país.

Vemos en el diferente una amenaza y al mejor estilo de Bush tratamos de iniciar conflictos preventivos que garanticen que el otro se aniquile o se vuelve igual a la idea, pensamiento o fe que se profesa, algo parecido a lo que se vivió durante las guerras mundiales donde el odio hacia los judíos empezó una de las mas grandes matanzas conocidas.

¿Que nos espera?


Es un misterio, el radicalismo se ha tomado la escena mundial y sus frutos sólo los conoceremos con el pasar de los años, en un mundo donde el calentamiento global, la contaminación, la pobreza y el hambre crecen, dicha diferencia no es mas que un compas que puede desatarse en un conflicto mayor, donde los populistas, los dictadores y las sectas vivirán a sus anchas creciendo y adoctrinando según sus miedos.

Por Renzo Corredor

lunes, 22 de agosto de 2016

No somos iguales

Y si no somos iguales, pero el mundo y las mentalidades nos lo quieren hacer creer así, para que se facilite la forma de creer que somos una masa uniforme que no tiene voz y que en su diferencia carece de una identidad propia. Una masa de personas donde ese termino: persona solo viene definido por la sociedad del momento, del lugar, de la idea que se tenga de persona, y el cuerpo miserable del hombre, mujer, niño o niña de esa época, no le queda mas que aceptarlo y creerse como tal, para existir, por que sin eso NO EXISTE: solo es un enajenado, un reactivo al orden que ya esta establecido.

Foto Pixabay

¿Y cómo me di cuenta que no somos Iguales? 


Es obvio, pero la obviedad de la diferencia ahora carece de sentido, en vez de crecer desde la diferencia, creemos que debemos ser iguales y debemos someter a los demás desde la igualdad, por dos métodos ambos igual de discriminatorios: El de creer que unificándonos a todos seremos uno sin diferencias o alejando o matando al diferente para garantizar la igualdad.

"El de creer que unificándonos a todos seremos uno sin diferencias"


Método 1: Eliminación del diferente 


Su maxima expresión ya que encerramos la diferencia o la sentenciamos al silencio en un orfanato, en una cárcel, en una institución especial donde sus muros nos protegen de su diferencia y no atente contra nuestra armónica existencia.

Declaramos así que el homosexual, el travesti, el discapacitado, el negro, el de otra religion, el de otra opinión, el de otra política, en síntesis el diferente a mi no puede existir, el pobre, el enfermo debe quedar escondido cubierto por discursos que garanticen que su existencia es una enfermedad y que si lo vemos nos causa estupor, miedo o asco.

Método 2: Unificación en masa


El de nueva ola, donde si todos debemos estar en un lugar pero no somos diferentes = somos iguales, es pensar que al creer que estando todos en el mismo lugar y masificarnos conforme a un pensamiento humanista igualitario, debemos creer que se debe pensar igual, y con esto pisoteamos las diferencias del otro, las callamos, las vetamos o definimos que mientras atente contra el nuevo orden debe ser aniquilado, ya sea con quitarle la voz y el voto o con la eliminación física de lo que no nos gusta, por la siempre obviedad de creerles ignorantes, de creerles una presencia fastidiosa e inequívoca de que este nuevo orden no es mas que una falacia farandulera de un mundo de carencias, de marcas y de materialismo.

"Me inclino mas por un mundo de diferentes, donde la diferencia es un derecho, pero un derecho que respeta al otro..."

Me inclino mas por un mundo de diferentes, donde la diferencia es un derecho, pero un derecho que respeta al otro, sin quererlo adoctrinar para que a la mala se vuelva un igual, un entorno donde todos se sientan orgullos de su ser y no quiera imitar modelos carentes de sentido, donde el parálitico, el down, el homosexual, el cristiano, el musulmán, el comunista o el democrata, vivan con voz y voto, mediatizados por la libre expresión, con los mismo derechos y deberes pero diferentes pensares y diferentes formas de ver y vivir la vida, sin esconderse en instituciones o en cinturones de miseria, tapados por la indiferencia y la muerte.

Por Renzo Corredor
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